Más que nunca, por una Comisión Investigadora Independiente

Por Nicolás Riu

La caída del Juez Otranto constituyó un triunfo enorme de la movilización nacional e internacional a favor de la aparición con vida de Santiago Maldonado, ya que cayó el funcionario que más maniobras venía realizando para ocultar la verdad. Un personaje siniestro ligado al macrismo, que en vez de avanzar hacia el castigo a los culpables pretendía criminalizar a las víctimas, comenzando por la comunidad mapuce.

La Cámara Federal de apelaciones de Comodoro Rivadavia declaró su "temor a la parcialidad”, de acuerdo a lo “evidenciado por la familia de Santiago” luego de una entrevista realizada al diario Nación por el funcionario judicial desplazado, quien había dicho que: "La hipótesis de que [Santiago Maldonado] se podría haber ahogado es una de las opciones que me parecen más razonables, de acuerdo con la interpretación de las pruebas que estoy realizando."

Desde hace meses decenas de organizaciones venían cuestionándolo por su tendenciosa manera de ver la causa, negando en los hechos la desaparición forzosa de Santiago - a pesar de que la causa está caratulada de esa manera - además de su constante maltrato para con el pueblo mapuce. Ahora la investigación estará a cargo de Guillermo Gustavo Lleral, que se abocará de manera exclusiva, por un periodo de sesenta días, a la investigación.

Más allá de las intenciones de Lleral - que como funcionario del estado provincial que defiende a los Benetton y compañía, no brinda ninguna garantía - comenzó el quiebre de la cadena de encubrimientos encabezada por los ministros del estado nacional. Por esa razón, el discurso del gobierno comenzó a cambiar, de manera de poner el eje en dos o tres posibles culpables, que podrían ser acusados de cometer “excesos” para tratar de salvar la responsabilidad de la Gendarmería como institución y del ejecutivo nacional, que es su jefe político.

La realidad apunta en esa dirección, ya que en las últimas horas decenas de pruebas aparecieron reafirmando la participación, no de dos o tres, sino del conjunto de la fuerza presente en el lugar del secuestro y posterior desaparición de Santiago. Fotos, videos y filtración de audios de gendarmes atestiguan la existencia de una verdadera red, que planificó el ocultamiento de pistas y el probable traslado de Maldonado en una camioneta de Gendarmería. ¡Esta información fue publicada por La nación, el mismo diario al que recurrió Otranto para decir lo contrario!

No obstante esto, continúa pasando el tiempo y los funcionarios políticos, judiciales y policiales del estado - conducido por Macri y su banda - siguen ganando tiempo, ocultando las pruebas y los detalles al servicio del plan dirigido a conseguir uno o varios “chivos emisarios”. Las movilizaciones que se vienen repitiendo a lo largo y a lo ancho del país consiguieron la renuncia de Otranto y pusieron contra la pared a Patricia Bullrich… ¡Ahora hay que ir por todo, imponiendo los mecanismos necesarios para llegar a la verdad! 

Con estos jueces y fiscales nunca se sabrá todo ni se castigarán a todos los culpables, para ir a fondo hay que profundizar la lucha nacional e internacional para echar a la Bullriche e imponer una Comisión Investigadora Independiente, encabezada por los familiares de Santiago y representantes de organismos de derechos humanos y personalidades intachables del campo obrero y popular, que tome en sus manos la tarea que nunca llevarán hasta el final los cómplices de Benetton, Lewis, Macri, Das Neves y compañía. 

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